domingo, 11 de agosto de 2013

MIS FANTASMAS.




El regreso en verano a la vieja "casona" supone un momento especial. Las visitas, a ella, durante las otras estaciones del año son rápidas, casi siempre imprevistas, dejando atrás a las mascotas, por lo que la estancia no puede superar las veinticuatro o treinta y seis horas.

Al contrario de esto, el tiempo de verano supone la etapa del reencuentro, de la calma. Reencuentro con los vecinos, con los emigrantes que vuelven, con las calles de la infancia, con las historias de la adolescencia, pero sobre todo con el bis a bis de mis fantasmas.

Os preguntaréis: ¿Fantasmas?... pues sí.

Tengo una buena amiga que de vez en cuando me dice cuando nos vemos: ¿Qué te ocurre chiquita?... Estás necesitando ir a Encinasola, pasear por tu casa, llenarte de la energía positiva de los tuyos... ¡Y tiene razón! Mis fantasmas me animan y hacen que saque fuerzas de flaqueza cuando estoy a punto de derrumbarme.

¡¡Todos los tenemos!! pero ¡¡¡cuidado!!! Los hay blancos y negros (de alguna forma los tengo que "catalogar")

Los fantasmas Blancos, son los que me transmiten buenas vibraciones; los Negros intentan ponerme zancadillas una y otra vez, pero con la fuerza y la energía positiva de los Blancos, consigo remontar y seguir viviendo mi presente (en ocasiones muy complicado); sin plantearme las grandes y angustiosas pretensiones que "mariposean" en las cabezas de conocidos que viajan a "años luz de mí"... Permitidme un pequeño rasgo de humildad: "años luz por delante de mí."

Pero esto no importa; nada de esto importa.

Los fantasmas Blancos me han contado que vivir es algo muy sencillo: Es saborear calabacines o tomates recolectados en el pequeño huerto; es comprender a mis mascotas con una simple mirada; es dadle alas a los hijos llegado su momento para que vuelen, aunque vislumbremos que será un vuelo lleno de incidencias y que nos causarán mucho dolor; es identificar los propios sentimientos a través de una canción; es perdonar, siempre que ese perdón no pisotee mi dignidad; es vivir, en fin, en consonancia y respeto con la naturaleza.

Pero lo principal aceptar que los fantasmas, catalogados por mí, existen y al amanecer de cada día desconocemos si nos visitarán los Blancos o los Negros.

7 comentarios:

  1. Espero estar entre los fantasmas blancos,un abrazo para toda la familia ¡Feliz verano!

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  2. Los que andamos por este "barrio de la vida", no entramos en esa catalogación. A ti te llamo: mi Angel Guardian.
    Si supieras la pelea k me traigo con el móvil nuevo. Descubrir cómo acentuar ha sido una fiesta, pues intentaba hacerlo como en el
    ordenador. Tampoco puedo colgar en rl blog. No me da la opción y me tengo k buscar un bar donde conectarme.
    Pero como mejor se aprende es equivocàndose. Un abrazo fuertote.

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  3. Algo ocurrió amigo. Cuando disponga de tiempo arreglaré este entuerto.

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  4. Alicia, hemos llegao tarde a las nuevas tecnologías, pero hacemos nuestros pinitos y trasteando como digo yo, aprendemos cosas.

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  5. me ha encantado lo que has escrito ¿ y sabes tienes toda la razón ? ya me gustaría a mi ir a mi casa con mas frecuencia , me encanta subirme a la terraza , tiene unas vistas preciosas , se ven hasta los cipreses de el cementerio , allí pierdo la nocion de el tiempo , si lo hago por la noche me dan ganas de coger una manta y quedarme horas mirando el cielo , cuantas estrellas , por supuesto en esta época , lo de subir al doblao lo tengo en mente , desde que murió mi madre no lo he echo , quiero buscar recuerdos , olerlos y tenerlos en mis manos ,,,,

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  6. Alicia. que maravilla seguir conservando la casa de tu niñez, se que en esta vida, nada es gratis, por ello conlleva el esfuerzo de mantenerla. Pero la recompensa es infinita, seguro que mientras estas alli, revives momentos muy felices. No hay nada mas hermoso, que volver a las raices....

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  7. Una gran alegría verte por aquí. Ya mismo estarás de vacaciones. El sitio es ideal. Algún dia si puedo, iremos nosotros tambien. El clima de esa parte me atrae.
    Un abrazo grande para los tres.

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