viernes, 21 de septiembre de 2012

EL HONOR.


Antiguamente “infamar a un hombre era igual que matarlo”

Actualmente hemos perdido la conciencia de la importancia del HONOR y menospreciamos el de cada persona.

Hoy, cotidianamente, se buscan “clientes de opiniones” en la vida diaria, pero sobre todo en internet.

Basta un llamamiento a través de la red, para que en masa y sin criterio alguno, los internautas, secunden una movida promovida por cualquiera… aunque este cualquiera, aparentemente, haya perdido la razón.

Esta movida puede abarcar, desde abuchear a un presidente en un acto institucional, dejándonos en ridículo ante el resto del mundo (cuando todos sabemos que el voto de castigo a un político, sea de cualquier ideología, se le aplica en las urnas); insultando en los foros bajo el anonimato; captando niños inocentes en la red (y fuera de ella) con fines perversos . De seguir, no acabaría nunca.

De los temas que aparentemente no nos interesan pasamos:

Niños pasando hambrunas.

Jóvenes y no tan jóvenes secuestrados, muertos sin posibilidad de enterrar sus cuerpos.

Ricachones sin escrúpulos alimentándose de la “sangre del pobre”.

Políticos unidireccionales predicando promesas que terminan en falsedades, llevando a los pueblos a la ruina.

Terrorismo doméstico que enmudece a miles de mujeres.

Y así un largo etc.

Y lo malo no es que pasemos, sino que callamos y ya se sabe: “el que calla otorga”... y todo termina convirtiéndose en cotidiano.



Pero no olvidemos, volviendo al anonimato, que un burro conectado a internet sigue siendo un burro y se puede ser analfabeto y no ser burro o se puede ser burro sin ser analfabeto.

Por ejemplo la mayoría no se para a entender los editoriales; no se argumenta y se olvida fácilmente que un parlamento es para parlamentar.

Abiertamente y dando la cara nadie quiere crearse enemigos y erróneamente en esta época, ser bueno equivale a ser tonto.

Si la T.V. Española se ha convertido en la 1ª escuela de la Nación, ¿por qué en el horario de la tarde aparece gente grosera y chabacana y cierto sector del periodismo ha dejado de serlo para convertirse en “marujonas del país”? y lo triste de esto es que tienen audiencia en ciertos medios de comunicación. ¿Este tipo de audiencia utilizará su cerebro para algo más que enterarse del último divorcio acontecido entre algún “famoso”?

Soy una ciudadana normal; no soy moralista, ni lo pretendo, pero a diferencia nuestra, en Irlanda, en la primera edición digital del país (desde el primer año), se crea la Ley de Difamación, llegando, por blasfemar, la multa hasta 25000 euros. En Finlandia está penalizado con la cárcel, pero ¿qué ocurre en la sociedad española para llegar a este deterioro?.

Antiguamente hasta los niños decíamos: “Te doy mi palabra de honor”. Los mayores se daban la mano, siendo este el documento que sellaba un pacto y esto ocurría desde tiempos remotos.

Actualmente ni siquiera nos paramos a distinguir entre injuria y calumnia; por todo esto tanta tolerancia social se transforma para dolor de algunos y regocijo de otros en la “MODERNA INQUISICIÓN”.

Y me pregunto: ¿Se ha perdido el honor o es que ya no se lleva?... Siempre creí que iba parejo con el ser humano civilizado…Igual estamos perdiendo esa cualidad y solamente nos queda la bestia.

1 comentario:

  1. Querida amiga cuanta razón tienes,te doy mi palabra de honor que esto es cierto.
    un saludo a la familia.

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