lunes, 20 de enero de 2014

Miseria actual: ¿En el estómago?


 Fácil de anudar.
 Los pies mojados.
Un trozo, dos trozos, tres trozos.

Vivimos en España una época de profunda confusión, marcada por la desaparición de la llamada "clase media" y por ello, acentuándose el terrible contraste entre ricos y pobres.

Parece que no nos enteramos, o no queremos enterarnos, de las situaciones extremas que se están produciendo en miles de familias españolas, que hasta ahora, llamábamos clase media. Éstas se han visto abocadas a ir a los comedores sociales, guardar cola en Cáritas para recibir su bolsa de comida e incluso buscar en los contenedores.

A todo éste drama, se une el desahucio de las que eran sus viviendas al llegar la crisis, que ha inducido a muchas personas hasta el suicidio; estas tragedias no tienen vuelta atrás y las vidas perdidas serán irrecuperables.

Hace muchos años, pero muchos muchos años, guardé un zapato muy viejo. Llegó a mis manos accidentalmente y no, no me considero loca por ello. Tenía sitio donde guardarlo y lo hice como prueba inequívoca de lo que NO tenía que repetirse: ¡¡¡la hambruna!!!. ¡¡¡la escasez!!!...¡¡¡EL NO TENER PARA COMPRARSE NI UN PAR DE ZAPATOS!!!

Le he tomado unas fotografías, para que la gente joven compruebe como trabajaban algunos labradores en los campos de Andalucía, (concretamente éstos zapatos, eran de Encinasola). Esos piés, sin remedio, tenían que volver empapados en barro y agua al regresar por la tarde a su casa, tras una dura jornada de trabajo. ¿Por qué les sucedía esto?... Porque ya no podían tener más "remiendos".... De hecho, el zapatero no sabía dónde coser el último parche.

Entonces la solidaridad era escasa a la hora de regalar ya que la miseria era frecuente en casi todos los hogares y había que trabajar muy duro para mover la conciencia "del pudiente"... que casi siempre permanecía ciega y muda.

A la misma vez, actualmente, somos espectadores de una mezcolanza de noticias en las que nos cuentan de comunidades donde hay niños que tienen carencias alimenticias y a continuación nos hablan de la cantidad astronómica que ha pagado un club de fútbol por un nuevo fichaje o, como, el último político se ha quedado con el dinero que le corresponde a los parados.

Y con éste bombardeo de noticias incoherentes mi pobre cabecita me estalla.


Y concluyo: ojalá (bonita palabra) no tengamos que ver unos pies calzando unos zapatos como el de las fotografías. Ojalá que la solidaridad entre vecinos, que se ha incrementado (por fortuna) últimamente, no desaparezca y ¡¡¡OJALÁ!!! una lucecita nos ilumine para ¡¡¡por fin!!! poder ver que ni los corruptos (que proliferan como una plaga), ni las grandes fortunas, reconocerán sus errores... Simplemente porque: "EL QUE COME TODOS LOS DÍAS, NO SE ACUERDA DEL QUE NO COME."

2 comentarios:

  1. Hola Alicia, has hecho una perfecta descripción de lo que es la triste realidad que actualmente nos acompaña, ya en cierta ocasión corroborabas un artículo que yo escribía en el que anticipaba signos que daban a entender la que se avecinaba, la que ya está aquí...
    Cierras tu artículo con la frase, "EL QUE COME TODOS LOS DÍAS, NO SE ACUERDA DEL QUE NO COME."; por fortuna, permite que te diga, yo creo que no se ajusta del todo a la realidad, ya que como en este caso no se recuerda en la reciente historia tanta solidaridad como ahora se ha puesto de manifiesto; la gente se ha volcado influenciada por distintas razones, una puede ser, es mi opinión, porque la situación de inseguridad que se vive hace ayudar a los demás pensando que pudiera uno verse en las mismas circunstancias, otra porque está la buena gente de siempre abierta a dar lo que se le pida para estos fines… También hay personas siempre dispuestas a ayudar en estos casos con lo que tienen: ellos mismos; existen medios que con numerosos voluntarios hacen llegar a los necesitados lo más necesario para la subsistencia, como es el caso de quienes piden alimentos en los supermercados, consiguiendo grandes cantidades de este género, los que trabajan en los bancos de alimentos, en los comedores sociales, y por suerte un largo etcétera, todo ello movido por esas manos desinteresadas dispuestas a dedicar todo el tiempo que sea necesario…
    Por fortuna nunca faltará la buena gente...

    Cordial saludo

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  2. Estimado amigo: Ayer y accidentalmente, vi que había un comentario sin publicar.....No entendía el por qué. Supongo que nuestro amigo habrá enmendado el "entuerto" y ya puedo leer tu comentario.
    Tienes razón. Yo misma he escrito que existe mucha solidaridad. Los bancos de alimentos y los comedores funcionan a tope, pero hay esos casos ignorados (que no dicen nada por vergüenza) o por falta de comunicación (como ocurrió hace poco con un joven extranjero) que murió de hambre. Cuando llegó al hospital, ya no se pudo hacer nada por él.
    Tenemos que aumentar la solidaridad. Mucha gente se ha acostumbrado a vivir con esta situación nueva que están viviendo otros y al pasar junto a ellos, cierran los ojos.
    Desafortunadamente, hay gente que lo ha agotado todo.
    Ahora estamos entrando en una etapa crucial; desesperante para muchos.
    Mi ayuda ya es directa a la persona. Aunque no le conozca, porque incluso en éstos sitios desinteresados y aparentemente altruistas, se ha implantado la picaresca......No en todos...¡¡¡Por supuesto!!!
    Un saludo Jesús.

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