lunes, 14 de octubre de 2013

El Azufaifo.


AZUFAIFO.



Hace unos días, aquí en Gerena, nos han traído un regalito que se ha convertido en algo habitual todos los otoños: Una bolsa llena de azufaifas.

La azufaifa, es un fruto inicialmente claro, que toma después al madurar, un color marrón rojizo. Mide aproximadamente unos 2 o 3 centímetros de longitud; su forma es elipsoidal, como las aceitunas y, como ellas, con una sola semilla.

Se recolecta a principios de otoño. Es rica en azúcares y vitamina C y se toma nutural (sabe dulzona como la manzana arenosa) o desecada (como las ciruelas).

Se puede tomar para la garganta: faringitis, laringitis y tiene propiedades expectorantes.

Su nombre en inglés es: Jujube.

Os preguntaréis el por qué le doy tanta importancia a un regalo tan pequeño. Pues bien, me trae unos recuerdos maravillosos de la infancia.

Donde estaba la discoteca Bombay (en Encinasola) vivía una ancianita llamada señora Inés (así le llamaba yo). Era la madre de los Torrejones, una familia amplísima que todos conocemos; pues bien, tenía en su patio un Azufaifo y allí iba por las tardes a recoger algunos frutos.

Primero le decía: ¿Señora Inés, puedo ir al patio a por azucefas? y me contestaba: "Ten cuidado hija que las ramas pinchan mucho"

Mi padre las entraba en una botella con aguardiente serrano y después se tomaba una copita. Como entonces no teníamos palillos de pinchitos, las sacábamos del aguardiente con una aguja de tejer.

Nosotros seguimos con la misma tradición del aguardiente. También degusto algunas frescas y otras las dejo desecar.

Cuando están en el aguardiente, no se pueden comer muchas... al absorver el alcohol, podemos coger una "borrachera".

Adjunto una fotografía a las que me han traído frescas y a las del año pasado metidas en aguardiente.

Me han ofrecido plantones nuevos, pero no he querido sembrarlo por lo dañino de sus raices. Es mejor en un campo amplio y retirado de la casa.



Alicia García Gómez.

6 comentarios:

  1. Que curioso Alicia,todo lo que escribes por muy sencillo que sea,tu haces que sea interesante,me encanta entrar en tu blog
    porque se que voy a encontrar algo que me va a llenar.
    Me suena el nombre de azucefas seguro que de pequeña hasta las haya comido,pero no tengo tan buena memoria como tu y por mucho que lo he intentado mi memoria se niega a darme explicaciones.Gracias guapa.

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  2. Me alegra que te guste mi blog. Me gustaría que estuviese más "vivo" pero no dispongo del tiempo que quisiera. Podría escribir de muchas cosas pues la vida, cada día, nos suma mil penas y alegrías para plasmar en un papel.
    Aunque no sé quien eres, un fuerte abrazo.

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  3. Alicia , la señora Inés que mencionas, quiero recordar ¿No tenia también un guindo?

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  4. Sí, es muy posible. Aquella parcela era, para mí, como mi "gran campo". Jugaba en ella junto con los gorriones que revoloteaban por allí. Buscaba los bichillos entre las piedras y me guardaba alguna que tuviera una forma especial. La hija de la señora Inés (que tenía unos ojos preciosos), siempre, igual que su madre, fue muy buena conmigo, nunca me riñeron por jugar allí y lo mejor de todo es que mi casa, entonces, estaba al lado de la suya; esto suponía una tranquilidad para mis padres. A mí, jamás se me consintió escaparme al río como hacían otros niños. Ahora de mayor lo comprendo... entonces no lo asimilaba. Nueve kilómetros de distancia, era mucho para una cría.

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  5. Continúo con el comentario anterior pues me reclamaron para otra cosa y salí de casa.
    Volviendo al tema que citas, no puedo recordar todas las cosas plantadas allí. Encinasola, no ha sido nunca tierra de guindos ni de cerezas. Sí los hay en Galaroza. Puede que alguien, por capricho, haya sembrado alguno en su patio y lo cuide con mimo y dedicación pero la tierra no es la más apropiada.
    De cualquier forma no nos podemos quejar de sus frutos: granadas, melones, uvas, chumbos, higos dulces, brevas etc. Por cierto este verano me han regalado sandías autóctonas y estaban riquísimas...y gruesas, no como aquellas pequeñas que comíamos de niños. ¡Ah! y las ciruelas fraile en el mes de julio...exquisitas... del huerto: "La Cobijá"
    Ahora sí, termino. Un saludo.

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  6. También pudiera ser, que los chiquillos les llamásemos guindas a los azufaifos, ya que no es un fruto muy común y menos en nuestra tierra.

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